Ya a mediados de los años 20, el joven diseñador húngaro y arquitecto de la Bauhaus Marcel Breuer fue uno de los primeros en experimentar con este novedoso material. Para uno de sus prototipos, pidió tubo de acero a la fábrica de bicicletas Adler, pero no se lo dieron. A la empresa le sorprendió aquella «disparatada idea» de que un interiorista se inspirara en su nueva bicicleta Adler para hacer algo tan revolucionario. Thonet enseguida reconoció el potencial del impresionante material y, gracias a sus contactos con la Bauhaus de Dessau, se hizo con los derechos de los mejores diseños de vanguardistas como Ludwig Mies van der Rohe, Mart Stam o Le Corbusier, y también de Marcel Breuer. En 1928, Thonet y Breuer firmaron un contrato para un programa de tubo de acero propio; un año más tarde, Thonet adquirió la empresa «Standard Möbel» de Breuer y lanzó al mercado una amplia colección de tubo de acero. En estos años, el joven arquitecto creó numerosos diseños para Thonet, como las sillas cantilever B 32 y B 64 —conocidas hoy con los números S 32 y S 64—, y la butaca S 35 con doble efecto de flexión, con la que Thonet causó sensación en el internacional «Salon des Artistes Décorateurs», celebrado en París en 1930.
Con el ambiente de renovación de la posguerra, el tubo de acero se fue imponiendo cada vez más como material para muebles, ya que se podía doblar y era elástico y firme al mismo tiempo. La gran robustez del material, su procesamiento artesanal de primera clase y el estilo minimalista de los diseños permiten que nuestros clásicos de tubo de acero de la época de la Bauhaus sean tan duraderos que incluso sorprenderán a las próximas generaciones. Desde su nacimiento, los diseños originales de los grandes iconos de Breuer, Stam y Mies van der Rohe los producimos nosotros en Frankenberg, Alemania.